"Hemos estado hablando de la autonomía, el valor de la independencia, hemos hablado del amor como una empresa, hemos hablado casi de una polisoltería como si fuera una especie de [pollaenlaboca] working, hemos hablado del amor como una aventura, hemos hablado del amor como algo en lo que se invierte, en lo que se pone huevos en una bolsa, en lo que se apuesta, hemos hablado del riesgo... O sea estamos todo el rato definiendo el amor, queramos o no, en términos del capitalismo financiero. Para mi en ese sentido la única revolución posible es la del amor, porque el deseo, interpretado en exceso, es una trampa neoliberal que nos deja más solos, más tristes, más olvidados, más grises. Y yo también soy antropológica... antropológicamente conservadora... igual que económicamente estoy a favor de que se decapitara a los evasores de impuestos youtubers en la plaza pública... pero, ehm... sí, sí, sí... la... las cosas son así. Y en ese sentido... quizás... en ese sentido... eh... yo creo que es fundamental y muy necesario conservar esos afectos en un mundo que... que se deshace, un mundo en el cual se..."